Cillanueva
Por su propia toponimia, se trata de un asentamiento nuevo de repoblación medieval (Cellanova), pensamos a la sombra del cenobio monástico fundado a finales del siglo IX, bajo la advocación de San Justo y Pastor, muy cerca de la confluencia de dos riachuelos que discurren, uno por el valle de Manillos ó Conforcos y el otro por el valle de la Huerga y que al unirse en Los Pielgos conforman el Real Valle de Ardón, ya mencionado en el Fuero de León, en 1.017, por el rey leonés Alfonso V.
Además por este Valle transito una calzada romana secundaria de la Antoniana, por la cual fue transportado todo el oro extraido de Las Médulas, hacia Tarragona, existiendo en su iglesia un vestigio muy evidente del mundo romana, pues se conserva parte de un miliario, indicativo de las millas romanas recorridas.
En la actualidad, su iglesia parroquial data del siglo XVIII, de fábrica rudimentaria, con un pequeño atrio cubierto. En su interior encontramos una talla en madera sobredorada de San Bartolomé, con un dragón en los pies y un libro en la mano. Una pila circular tallada, de buena factura, a la entrada del templo y destacando su Cristo románico, policromado, quizás proveniente del propio monasterio y que en la actualidad, por seguridad, se encuentra en el Museo Diocesano, siendo devuelto al pueblo para la misa en la festividad de los patronos, S. Justo y Pastor.