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San Cibrián de Ardón

Ubicada en la calzada romana secundaria a la Vía Antoniana o Trajana, por donde circuló el oro de Las Médulas hacia la antigua Tarraco, para ser embarcado hacia Roma, nos puede llevar a la idea de asentamientos humanos, en la época romana, en torno a todo su trayecto,  desde el Hospital de Órbigo hasta su unión a la calzada principal en Villamarco, en dirección a Calzada del Coto y Sahagún.

Bien es cierto que quizás pudo haber asentamientos de la edad del hierro y del bronce, en el alto denominado “Carroleón”, lugar estratégico dominante de todo el Valle de Ardón.

No obstante, el nombre es una derivación lingüística del patrón S. Cipriano, Obispo mártir en África, en el siglo III y por lo tanto una de las advocaciones más antigua del cristianismo, lo que nos indica la antiguedad de esta población.

Destacaremos la Iglesia Parroquial, del s. XVI, reedificada en 1831, con un retablo de trazas simples, con una conseguida imagen barroca de S. Cipriano, restaurada. En la parte superior corona un crucificado de tamaño académico. También tuvo este retablo una Virgen románica, conocida popularmente como la “Maristela”, tristemente desaparecida al final de la década  60 del s. XX.

En el lateral, el Santo Cristo de la Buena Muerte preside un bonito retablo restaurado, titular de la Cofradía del  s. XVI,  que desde entonces se encargaba de dar entierro a los muertos y asistencia a sus familiares.